CORAZÓN
La palabra corazón en la Biblia rara vez se refiere al órgano que bombea la sangre, sino que más comúnmente usado para describir el lugar donde se alojan todas nuestras emociones. Strong lo relaciona con “el hombre interior, la mente, la voluntad, corazón, entendimiento”. Dios nos manda a “Dame, hijo mío, tu corazón…” (Proverbios 23:26) Lo debemos guardar “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” (Proverbios 4:23) No puedes confiar en él y por lo tanto necesitamos pedirle a Dios que nos guíe. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino…” (Jeremías 17:9-10) Dios se resiste a nosotros cuando nuestro corazón se exalta en orgullo (Salmos 101:5, Proverbios 16:5) “Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino…” (Daniel 5:20) Pero podemos humillarnos de corazón (II de Reyes 22:19) “Pero Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalén; y no vino sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías.” (II Crónicas 32:26)
CORONAS
La Biblia nos habla sobre cinco coronas que los cristianos pueden ganar, y serán dadas al llegar al cielo. La corona “incorruptible” es para aquellos que llevan sus cuerpos a la sujeción (I Corintios 9:25-27), la corona de “gozo” por ganar almas para Cristo (Filipenses 4:1, I Tesalonicenses 2:19-20), la “corona de justicia” para aquellos que esperan la venida del Señor (II Timoteo 4:8), “la corona de vida” para los que soportan la tentación (Santiago 1:12, Apocalipsis 2:10) y la “corona de gloria” para los que están al cuidado del rebaño de Dios (I Pedro 5:1-4). Es posible ganar más de una corona, ya que se dice que Cristo tiene “muchas coronas”, quizá algunos artefactos de cada uno, sean tomados para hacer una corona (Apocalipsis 19:12). Algunos creen que estas coronas son figurativas y no son reales, sin embargo, los 24 ancianos en el cielo tienen coronas reales y las ofrecen delante del trono del cielo cada vez que las cuatro bestias exclaman “Santo, santo, santo, es el Señor Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 4:8-10)
Existe una canción sobre esto, escrita por Charles Carroll Luther en 1877.
“¿Debo irme, con las manos vacías?,”
¿Así se encuentra mi querido Redentor?
Si ni un día de servicio das a él,
¿No pondrás ningún trofeo a sus pies?
La palabra corazón en la Biblia rara vez se refiere al órgano que bombea la sangre, sino que más comúnmente usado para describir el lugar donde se alojan todas nuestras emociones. Strong lo relaciona con “el hombre interior, la mente, la voluntad, corazón, entendimiento”. Dios nos manda a “Dame, hijo mío, tu corazón…” (Proverbios 23:26) Lo debemos guardar “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” (Proverbios 4:23) No puedes confiar en él y por lo tanto necesitamos pedirle a Dios que nos guíe. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino…” (Jeremías 17:9-10) Dios se resiste a nosotros cuando nuestro corazón se exalta en orgullo (Salmos 101:5, Proverbios 16:5) “Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino…” (Daniel 5:20) Pero podemos humillarnos de corazón (II de Reyes 22:19) “Pero Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalén; y no vino sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías.” (II Crónicas 32:26)
CORONAS
La Biblia nos habla sobre cinco coronas que los cristianos pueden ganar, y serán dadas al llegar al cielo. La corona “incorruptible” es para aquellos que llevan sus cuerpos a la sujeción (I Corintios 9:25-27), la corona de “gozo” por ganar almas para Cristo (Filipenses 4:1, I Tesalonicenses 2:19-20), la “corona de justicia” para aquellos que esperan la venida del Señor (II Timoteo 4:8), “la corona de vida” para los que soportan la tentación (Santiago 1:12, Apocalipsis 2:10) y la “corona de gloria” para los que están al cuidado del rebaño de Dios (I Pedro 5:1-4). Es posible ganar más de una corona, ya que se dice que Cristo tiene “muchas coronas”, quizá algunos artefactos de cada uno, sean tomados para hacer una corona (Apocalipsis 19:12). Algunos creen que estas coronas son figurativas y no son reales, sin embargo, los 24 ancianos en el cielo tienen coronas reales y las ofrecen delante del trono del cielo cada vez que las cuatro bestias exclaman “Santo, santo, santo, es el Señor Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 4:8-10)
Existe una canción sobre esto, escrita por Charles Carroll Luther en 1877.
“¿Debo irme, con las manos vacías?,”
¿Así se encuentra mi querido Redentor?
Si ni un día de servicio das a él,
¿No pondrás ningún trofeo a sus pies?