INSPIRACIÓN
Es la creencia en la que Dios uso a los hombres para que la Biblia fuera escrita, como ningún otro libro ha sido. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,” (II Timoteo 3:16) El apóstol Pablo fue el que escribió la mayor parte del Nuevo Testamento y sus escritos son considerados como parte de las escrituras tal cual lo es el Antiguo Testamento. “Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.” (II Pedro 3:15-16) “Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.” (I Corintios 14:37)
Strong nos dice que la palabra inspiración proviene de dos palabras, “Dios respiró” que significa que las escrituras no son de inspiración de hombre sino de Dios. “porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (II Pedro 1:21) Como alguien que sostiene una pluma en su mano y escribe, así los apóstoles y los profetas de Dios hablaron como si ellos fueron “inspirados” por el Espíritu de Dios. A pesar de que los apóstoles escribieron años después de que Cristo se había ido al cielo, no se les olvido lo que Cristo había dicho o lo que había pasado. Juan 14:26 dice: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
La inspiración de Dios no fueron solamente pensamientos. Las palabras de la Biblia son de hecho, las mismas palabras de Dios. Aquellos a los cuales Dios eligió para escribir su Palabra no se les permitió escribir bajo sus propias palabras. “Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.” (Jeremías 1:9) Dios no limito su vocabulario más de lo que hubiera sido limitado cuando “Jehová abrió la boca” del asna de Balam para que hablara (Números 22:28-30). Dios levanto hombres y uso sus personalidades, trasfondos y lenguajes para comunicar su palabra. Nuevamente, como en la analogía que use sobre tomar una pluma y escribir, tengo la elección de tomar una pluma de tinta azul, roja o cualquier color que elija, pero esta está en mi mano y está siendo “inspirada” o movida por mí. Los escritores de la Biblia no siempre entendían lo que ellos escribieron, por lo tanto tampoco podían haber escrito de acuerdo con sus propias palabras. “Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.” (Daniel 12:8-9, ver PRESERVACIÓN, ver BIBLIA)
Es la creencia en la que Dios uso a los hombres para que la Biblia fuera escrita, como ningún otro libro ha sido. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,” (II Timoteo 3:16) El apóstol Pablo fue el que escribió la mayor parte del Nuevo Testamento y sus escritos son considerados como parte de las escrituras tal cual lo es el Antiguo Testamento. “Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.” (II Pedro 3:15-16) “Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.” (I Corintios 14:37)
Strong nos dice que la palabra inspiración proviene de dos palabras, “Dios respiró” que significa que las escrituras no son de inspiración de hombre sino de Dios. “porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (II Pedro 1:21) Como alguien que sostiene una pluma en su mano y escribe, así los apóstoles y los profetas de Dios hablaron como si ellos fueron “inspirados” por el Espíritu de Dios. A pesar de que los apóstoles escribieron años después de que Cristo se había ido al cielo, no se les olvido lo que Cristo había dicho o lo que había pasado. Juan 14:26 dice: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
La inspiración de Dios no fueron solamente pensamientos. Las palabras de la Biblia son de hecho, las mismas palabras de Dios. Aquellos a los cuales Dios eligió para escribir su Palabra no se les permitió escribir bajo sus propias palabras. “Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.” (Jeremías 1:9) Dios no limito su vocabulario más de lo que hubiera sido limitado cuando “Jehová abrió la boca” del asna de Balam para que hablara (Números 22:28-30). Dios levanto hombres y uso sus personalidades, trasfondos y lenguajes para comunicar su palabra. Nuevamente, como en la analogía que use sobre tomar una pluma y escribir, tengo la elección de tomar una pluma de tinta azul, roja o cualquier color que elija, pero esta está en mi mano y está siendo “inspirada” o movida por mí. Los escritores de la Biblia no siempre entendían lo que ellos escribieron, por lo tanto tampoco podían haber escrito de acuerdo con sus propias palabras. “Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.” (Daniel 12:8-9, ver PRESERVACIÓN, ver BIBLIA)