DOLOR (Ver COMODIDAD)
DONACIONES. U ofrendas, (Ver DIEZMO)
DONES ESPIRITUALES
Cada cristiano al menos ha recibido un don espiritual de Dios. (I Pedro 4:10, I Corintios 12: 8-12, también Capítulos 13: -14 :, Efesios 4: 11-12, y Romanos 12: 6-8) "De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.”(Romanos 12:6-8) Incluso una lectura casual de los pasajes anteriores deja claro que debemos concentrarnos en el don que nos ha sido dado. Cuando uno comienza a trabajar en la obra del Señor, notará que hay ciertas cosas que puede hacer mejor que otras, y necesita concentrarse en su don. Puede que se pregunte por qué otros no pueden ver la necesidad de ayudar ni hacer cierto trabajo, pero él ve la necesidad porque Dios le dio el deseo y el don de ver la necesidad. Y si soy bueno en un don, ¿por qué debería buscar otro? Es Dios quien dio estos dones. En el Antiguo Testamento hay un pasaje sobre un hombre llamado Samgar, "el cual mató a seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes..." (Jueces 3:31). David no pudo usar la armadura del rey Saúl porque nunca la había usado, pero mató a Goliat con una honda. (I Samuel 17: 38-51) Te podría dar más ejemplos, pero el punto es usar lo que Dios te ha dado, eso es lo que Dios va a bendecir, y harás más que aquellos que tienen lo que el mundo cree más importante. Además, todos los dones espirituales son para ayudar a otros, no para edificarnos a nosotros mismos sino para edificar la iglesia. "Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia." (1 Corintios 14:12).
No ocultes tu don, ya que darás cuenta de cómo lo uses, aun si piensas que es insignificante (Lucas 19: 20-23). En Juan capítulo 6, había cinco mil hombres más mujeres y niños que fueron alimentados por un milagro de Cristo. Cuando se preguntó a los discípulos cómo podía alimentarse semejante multitud, Andrés respondió: " Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?" (Juan 6: 9) Cristo tomó los panes y los peces y los bendijo y cada persona comió lo que Jesús había bendecido. Dos cosas fueron dadas a Cristo y dos cosas fueron bendecidas. Pero yo creo que otros de los que estaban allí ¡también tenían comida! Es difícil creer que de una multitud de personas sólo un niño traía comida, pero ¡sólo un niño estuvo dispuesto! Si alguien hubiera dicho: "Tengo unos cuantos higos", o pasas o queso, o lo que sea que hubieran estado dispuestos a entregar a Cristo, entonces Cristo habría bendecido eso también, y en lugar de dos cosas, cinco cosas habrían sido bendecidas y dadas a la multitud.
"Poco es mucho cuando Dios ahí", ¡concéntrate en lo que Dios te ha dado! "Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría." (Eclesiastés 9:10)
DONACIONES. U ofrendas, (Ver DIEZMO)
DONES ESPIRITUALES
Cada cristiano al menos ha recibido un don espiritual de Dios. (I Pedro 4:10, I Corintios 12: 8-12, también Capítulos 13: -14 :, Efesios 4: 11-12, y Romanos 12: 6-8) "De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.”(Romanos 12:6-8) Incluso una lectura casual de los pasajes anteriores deja claro que debemos concentrarnos en el don que nos ha sido dado. Cuando uno comienza a trabajar en la obra del Señor, notará que hay ciertas cosas que puede hacer mejor que otras, y necesita concentrarse en su don. Puede que se pregunte por qué otros no pueden ver la necesidad de ayudar ni hacer cierto trabajo, pero él ve la necesidad porque Dios le dio el deseo y el don de ver la necesidad. Y si soy bueno en un don, ¿por qué debería buscar otro? Es Dios quien dio estos dones. En el Antiguo Testamento hay un pasaje sobre un hombre llamado Samgar, "el cual mató a seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes..." (Jueces 3:31). David no pudo usar la armadura del rey Saúl porque nunca la había usado, pero mató a Goliat con una honda. (I Samuel 17: 38-51) Te podría dar más ejemplos, pero el punto es usar lo que Dios te ha dado, eso es lo que Dios va a bendecir, y harás más que aquellos que tienen lo que el mundo cree más importante. Además, todos los dones espirituales son para ayudar a otros, no para edificarnos a nosotros mismos sino para edificar la iglesia. "Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia." (1 Corintios 14:12).
No ocultes tu don, ya que darás cuenta de cómo lo uses, aun si piensas que es insignificante (Lucas 19: 20-23). En Juan capítulo 6, había cinco mil hombres más mujeres y niños que fueron alimentados por un milagro de Cristo. Cuando se preguntó a los discípulos cómo podía alimentarse semejante multitud, Andrés respondió: " Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?" (Juan 6: 9) Cristo tomó los panes y los peces y los bendijo y cada persona comió lo que Jesús había bendecido. Dos cosas fueron dadas a Cristo y dos cosas fueron bendecidas. Pero yo creo que otros de los que estaban allí ¡también tenían comida! Es difícil creer que de una multitud de personas sólo un niño traía comida, pero ¡sólo un niño estuvo dispuesto! Si alguien hubiera dicho: "Tengo unos cuantos higos", o pasas o queso, o lo que sea que hubieran estado dispuestos a entregar a Cristo, entonces Cristo habría bendecido eso también, y en lugar de dos cosas, cinco cosas habrían sido bendecidas y dadas a la multitud.
"Poco es mucho cuando Dios ahí", ¡concéntrate en lo que Dios te ha dado! "Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría." (Eclesiastés 9:10)