MEDIADOR
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,” (I Timoteo 2:5) Jesucristo es el “único mediador” entre los hombres y Dios, no los ángeles (Colosenses 2:18) no María, ¡solamente Cristo! Dios está presente en todo lugar y Él no está “demasiado ocupado” para escuchar tu oraciones. Todas las oraciones deben ser dirigidas a Dios en el nombre de Jesús, como lo enseñó nuestro Señor. “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” (Juan 14:13-14, Mateo 18:19-20) La Biblia dice: “todos pecaron”, Cristo fue la única excepción (I Juan 3:5, II Corintios 5:21). No podemos orar a otro ser pecador vivo o muerto, y nadie en la Biblia oró a las personas muertas. (Ver ORACIÓN)
MIEDO
Hay personas que están en instituciones mentales por sus preocupaciones y miedos. Una cierta cantidad de miedo es sabiduría, deberíamos de tener miedo de jugar cerca de un acantilado, o en las vías de un tren, o a la mitad de la calle. Pero existen miedos que no son normales que impiden que las personas crucen la calle o salgan de sus hogares.
“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmo 27:1, ver también Salmo 128:1-8, I Juan 4:4, Filipenses 4:6-7) El miedo puede provocar que tomemos malas decisiones. “El temor del hombre pondrá lazo;
Mas el que confía en Jehová será exaltado” (Proverbios 29:25) Este último versículo nos enseña a vencer nuestros temores confiando en el Señor. En nuestra página de internet (Pequeñas Historias de Verdaderos Cristianos, por G.M. Matheny), se encuentra una pequeña historia llamada “Paracaidismo”, la historia fue escrita para explicar que uno que cree en Cristo, debe dejar ir todo lo demás en lo que está confiando, como su religión, buenas obras, para verdaderamente poder confiar en Cristo. Tal como una persona cuando salta de un avión, mientras tanto se esté sosteniendo de este no está confiando en el paracaídas. Esto nos enseña cómo hemos sido salvos por gracia, y no por obras, pero también nos enseña cómo pueden sobrevenir algunos miedos. Tus miedos podrían ser nada, pero por el momento imagina que está teniendo miedo de saltar con un paracaídas. Cuando estuve sobre el ala de un avión, con miedo de saltar, la razón por la que finalmente salté fue por que puse mi fe en el paracaídas para que me llevara a salvo a la tierra. Y Cristo es como mi paracaídas “En el día que temo, Yo en ti confío.” (Salmo 56:3) Entrégale tus temores al Señor a través de la oración y déjaselas a Él. Cuando estos vuelvan, ora de nuevo, ¡con el tiempo será más fácil hacer esto! “…echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:7, ver PREOCUPACIÓN)
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,” (I Timoteo 2:5) Jesucristo es el “único mediador” entre los hombres y Dios, no los ángeles (Colosenses 2:18) no María, ¡solamente Cristo! Dios está presente en todo lugar y Él no está “demasiado ocupado” para escuchar tu oraciones. Todas las oraciones deben ser dirigidas a Dios en el nombre de Jesús, como lo enseñó nuestro Señor. “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” (Juan 14:13-14, Mateo 18:19-20) La Biblia dice: “todos pecaron”, Cristo fue la única excepción (I Juan 3:5, II Corintios 5:21). No podemos orar a otro ser pecador vivo o muerto, y nadie en la Biblia oró a las personas muertas. (Ver ORACIÓN)
MIEDO
Hay personas que están en instituciones mentales por sus preocupaciones y miedos. Una cierta cantidad de miedo es sabiduría, deberíamos de tener miedo de jugar cerca de un acantilado, o en las vías de un tren, o a la mitad de la calle. Pero existen miedos que no son normales que impiden que las personas crucen la calle o salgan de sus hogares.
“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmo 27:1, ver también Salmo 128:1-8, I Juan 4:4, Filipenses 4:6-7) El miedo puede provocar que tomemos malas decisiones. “El temor del hombre pondrá lazo;
Mas el que confía en Jehová será exaltado” (Proverbios 29:25) Este último versículo nos enseña a vencer nuestros temores confiando en el Señor. En nuestra página de internet (Pequeñas Historias de Verdaderos Cristianos, por G.M. Matheny), se encuentra una pequeña historia llamada “Paracaidismo”, la historia fue escrita para explicar que uno que cree en Cristo, debe dejar ir todo lo demás en lo que está confiando, como su religión, buenas obras, para verdaderamente poder confiar en Cristo. Tal como una persona cuando salta de un avión, mientras tanto se esté sosteniendo de este no está confiando en el paracaídas. Esto nos enseña cómo hemos sido salvos por gracia, y no por obras, pero también nos enseña cómo pueden sobrevenir algunos miedos. Tus miedos podrían ser nada, pero por el momento imagina que está teniendo miedo de saltar con un paracaídas. Cuando estuve sobre el ala de un avión, con miedo de saltar, la razón por la que finalmente salté fue por que puse mi fe en el paracaídas para que me llevara a salvo a la tierra. Y Cristo es como mi paracaídas “En el día que temo, Yo en ti confío.” (Salmo 56:3) Entrégale tus temores al Señor a través de la oración y déjaselas a Él. Cuando estos vuelvan, ora de nuevo, ¡con el tiempo será más fácil hacer esto! “…echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:7, ver PREOCUPACIÓN)