MISIONES
Aunque esta palabra no se encuentra en la Biblia, es la idea de enviar a alguien para predicar el evangelio. “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito !Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 10:13-15) Un misionero puede estar en las misiones de su país natal (algún estado o pueblo) como las misiones en el extranjero, como fue el apóstol Pablo que terminó en Europa. Cristo, los apóstoles y otros enviados en el Nuevo Testamento, no iniciaron escuelas, hospitales ni orfanatos; aunque ciertamente esas son buenas cosas y aplaudo a aquellos que las realizan, pero los que fueron enviados en la Biblia comenzaron iglesias, como Pablo y Bernabé lo hicieron en el libro de Hechos.
Todos los cristianos deberían estar involucrados en las misiones, yendo como Pablo y Bernabé, o enviando a otros como en la Iglesia de Antioquía. “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.” (Hechos 13:1-3) Dios llamo aquellos que eran fieles a su iglesia, para salir y comenzar más iglesias. Ya estaban enseñando en la iglesia mostrándose, a ellos mismos ser, ministros capaces de la Palabra de Dios, éstos fueron enviados por el Espíritu Santo y la iglesia local. (Ver Iglesia) No vaya por usted mismo, vaya con la aprobación de su iglesia. Si su iglesia no cree que usted sea fiel o que el llamado de Dios no es evidente en su vida, entonces quédese, gane almas en el lugar donde se encuentra y llévelas a la iglesia. Jesús dijo: “…por sus frutos los conoceréis…”, si usted no puede ganar almas en el lugar donde se encuentra ahora, ¿cómo podrá ganar almas en el campo misionero? Hay “misiles sin dirección”, que necesitan crecer con celo, pero no llaman a Dios a estar en sus vidas y terminan causando muchos problemas. (ver LLAMADO DE DIOS).
Sin embargo, alguien tiene que estar dispuesto a ir y alguien tiene que estar dispuesto a enviarlos, “¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?, ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?” (Romanos 10:14-15) En Filipenses 4:14-16 dice: “Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues a un a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.” No somos más inteligentes que Dios y no podemos mejorar sus métodos, porque los cristianos del primer siglo “… trastornan el mundo entero…” (Hechos 17:6, Romanos 10:18) Debemos ir, “…hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8) “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amen.” (Mateo 28:19-20) Esto no era sólo para los apóstoles que se encontraban ahí ese día y que escucharon estas palabras, sino para la iglesia. Los apóstoles murieron en el primer siglo, pero la iglesia continúa y tenemos la comisión de Cristo que la cual nos dijo: “…hasta el fin del mundo.” ¡Así que debemos ir y “…haced discípulos a todas las naciones…”!
¡Por favor lea las otras doctrinas escritas en esta página web y ore para que sean usadas por Dios y de ayuda para otros Cristianos!
Aunque esta palabra no se encuentra en la Biblia, es la idea de enviar a alguien para predicar el evangelio. “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito !Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 10:13-15) Un misionero puede estar en las misiones de su país natal (algún estado o pueblo) como las misiones en el extranjero, como fue el apóstol Pablo que terminó en Europa. Cristo, los apóstoles y otros enviados en el Nuevo Testamento, no iniciaron escuelas, hospitales ni orfanatos; aunque ciertamente esas son buenas cosas y aplaudo a aquellos que las realizan, pero los que fueron enviados en la Biblia comenzaron iglesias, como Pablo y Bernabé lo hicieron en el libro de Hechos.
Todos los cristianos deberían estar involucrados en las misiones, yendo como Pablo y Bernabé, o enviando a otros como en la Iglesia de Antioquía. “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.” (Hechos 13:1-3) Dios llamo aquellos que eran fieles a su iglesia, para salir y comenzar más iglesias. Ya estaban enseñando en la iglesia mostrándose, a ellos mismos ser, ministros capaces de la Palabra de Dios, éstos fueron enviados por el Espíritu Santo y la iglesia local. (Ver Iglesia) No vaya por usted mismo, vaya con la aprobación de su iglesia. Si su iglesia no cree que usted sea fiel o que el llamado de Dios no es evidente en su vida, entonces quédese, gane almas en el lugar donde se encuentra y llévelas a la iglesia. Jesús dijo: “…por sus frutos los conoceréis…”, si usted no puede ganar almas en el lugar donde se encuentra ahora, ¿cómo podrá ganar almas en el campo misionero? Hay “misiles sin dirección”, que necesitan crecer con celo, pero no llaman a Dios a estar en sus vidas y terminan causando muchos problemas. (ver LLAMADO DE DIOS).
Sin embargo, alguien tiene que estar dispuesto a ir y alguien tiene que estar dispuesto a enviarlos, “¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?, ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?” (Romanos 10:14-15) En Filipenses 4:14-16 dice: “Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues a un a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.” No somos más inteligentes que Dios y no podemos mejorar sus métodos, porque los cristianos del primer siglo “… trastornan el mundo entero…” (Hechos 17:6, Romanos 10:18) Debemos ir, “…hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8) “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amen.” (Mateo 28:19-20) Esto no era sólo para los apóstoles que se encontraban ahí ese día y que escucharon estas palabras, sino para la iglesia. Los apóstoles murieron en el primer siglo, pero la iglesia continúa y tenemos la comisión de Cristo que la cual nos dijo: “…hasta el fin del mundo.” ¡Así que debemos ir y “…haced discípulos a todas las naciones…”!
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