GENTILES
Los gentiles en la Biblia comúnmente se refieren a las personas que no son israelitas. Y aunque la mayoría de los cristianos provienen de los gentiles, a los ojos de Dios somos considerados una persona en Cristo. “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne…aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo (Judíos y Gentiles) y nuevo hombre, haciendo la paz…” (Efesios 2:11-15) Ahora ambos Judíos y Gentiles que creen en Cristo son cristianos. “No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;” (I Corintios 10:32)
GOBIERNO
El Gobierno es ordenado por Dios, y se nos ha dicho: “Sométase toda persona a las autoridades superiores…” (Romanos 13:1-5). Debemos ser respetuosos con todas las autoridades (Romanos 13:3-4, 7). Y no podemos decir que esto sólo aplica al buen gobierno, como se escribió a los que estaban en Roma que era una de las formas más duras de gobierno. La única excepción es si el gobierno nos manda a no obedecer la Biblia, entonces como tenemos una autoridad mayor la cual es Dios (Colosenses 4:1) nuestra respuesta debe ser igual a la de los apóstoles: “…Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.” (Hechos 5:29) Debemos de pagar nuestros impuestos (Romanos 13:1-7), como Cristo pago sus impuestos (Mateo 17:24-27, ver IMPUESTOS). Los cristianos deben votar y deben estar involucrados con el gobierno, dejando sus opiniones de manera respetuosa. Juan el Bautista le dijo al rey Herodes lo que creía, “vosotros sois la luz del mundo…” (Mateo 5:14). Debemos honrar a los que están como autoridad “ Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.” (Romanos 13:7) Esto aplica aún si un político es de otro partido diferente al tuyo. ¿Quién sabe si algún día no te cruzaras con un político y le podrás hablar de Jesucristo, pero te escucharía si eres irrespetuoso con él?
Romanos 13:1-4 nos habla del gobierno (“las leyes”, versículos 3) y que “…no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo.” El gobierno está para protegernos. Si tu vecino arroja piedras a tu casa y le preguntas cuál es su problema; y aún así él no se detiene, entonces ¡llama por teléfono a la policía¡ Se nos dice específicamente: “No os venguéis vosotros mismos…” (Romanos 12:19) Dicho actualmente sería “No hagas justicia por tu propia mano”, porque es el trabajo de las autoridades. (Ver PENA CAPITAL, ver GUERRA)
Debemos orar por nuestros gobernantes, “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” (1 Timoteo 2: 1-4) Los políticos rectos (Proverbios 28:2) y la economía correcta por supuesto que ayudarían, pero el principal problema de nuestro país, como el de cualquier otro, es nuestra relación con Dios. “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” (II Crónicas 7:14)
Los gentiles en la Biblia comúnmente se refieren a las personas que no son israelitas. Y aunque la mayoría de los cristianos provienen de los gentiles, a los ojos de Dios somos considerados una persona en Cristo. “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne…aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo (Judíos y Gentiles) y nuevo hombre, haciendo la paz…” (Efesios 2:11-15) Ahora ambos Judíos y Gentiles que creen en Cristo son cristianos. “No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;” (I Corintios 10:32)
GOBIERNO
El Gobierno es ordenado por Dios, y se nos ha dicho: “Sométase toda persona a las autoridades superiores…” (Romanos 13:1-5). Debemos ser respetuosos con todas las autoridades (Romanos 13:3-4, 7). Y no podemos decir que esto sólo aplica al buen gobierno, como se escribió a los que estaban en Roma que era una de las formas más duras de gobierno. La única excepción es si el gobierno nos manda a no obedecer la Biblia, entonces como tenemos una autoridad mayor la cual es Dios (Colosenses 4:1) nuestra respuesta debe ser igual a la de los apóstoles: “…Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.” (Hechos 5:29) Debemos de pagar nuestros impuestos (Romanos 13:1-7), como Cristo pago sus impuestos (Mateo 17:24-27, ver IMPUESTOS). Los cristianos deben votar y deben estar involucrados con el gobierno, dejando sus opiniones de manera respetuosa. Juan el Bautista le dijo al rey Herodes lo que creía, “vosotros sois la luz del mundo…” (Mateo 5:14). Debemos honrar a los que están como autoridad “ Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.” (Romanos 13:7) Esto aplica aún si un político es de otro partido diferente al tuyo. ¿Quién sabe si algún día no te cruzaras con un político y le podrás hablar de Jesucristo, pero te escucharía si eres irrespetuoso con él?
Romanos 13:1-4 nos habla del gobierno (“las leyes”, versículos 3) y que “…no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo.” El gobierno está para protegernos. Si tu vecino arroja piedras a tu casa y le preguntas cuál es su problema; y aún así él no se detiene, entonces ¡llama por teléfono a la policía¡ Se nos dice específicamente: “No os venguéis vosotros mismos…” (Romanos 12:19) Dicho actualmente sería “No hagas justicia por tu propia mano”, porque es el trabajo de las autoridades. (Ver PENA CAPITAL, ver GUERRA)
Debemos orar por nuestros gobernantes, “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” (1 Timoteo 2: 1-4) Los políticos rectos (Proverbios 28:2) y la economía correcta por supuesto que ayudarían, pero el principal problema de nuestro país, como el de cualquier otro, es nuestra relación con Dios. “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” (II Crónicas 7:14)