SERPIENTE DE BRONCE
“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.” (Números 21:8-9) Fue hecha por Moisés cuando el pueblo de Israel estaba en el desierto, y fueron mordidos por serpientes venenosas. Y cuando cualquiera que había sido mordido miraba a la serpiente de bronce, eran sanados y vivía. Esto es dado como un tipo de salvación por Cristo quien dijo: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:14-15)
No obstante, algunos de los Israelitas en el desierto pensaban: “No hay nada que un palo con una serpiente pueda hacer por nosotros” Y aquellos que pensaron de esta manera tenían razón, ¡no hizo nada por ellos! Y aquellos que creyeron debieron de haber pensado: “No comprendo esto, pero si esta es la manera de Dios para salvarme, no voy a pelear contra Él, entonces veré y viviré.” Y ellos también estaban bien, porque en el momento que ellos vieron a la serpiente ellos fueron sanados. Así es con cada persona que ve a Cristo para salvar su alma.
Después esta serpiente de bronce fue destruida por un buen rey de nombre Ezequías, porque el odiaba la idolatría. “El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán.” (II Reyes 18:4) Strong dice para la palabra “Nehustán” que es una “cosa de bronce”, que no tiene poder por sí mismo, y que realmente es un pedazo de metal. Si el rey Ezequías no hubiera destruido la serpiente de bronce, es posible que la gente hoy en día lo segaría usando como un ídolo y adorándolo, tal como algunas religiones de hoy que se inclinan y queman incienso ante estatuas (ídolos), o adoran cualquier cosa en lugar de hacerlo con la Persona que murió por nosotros y resucitó de la tumba. (ver CRUZ)
SEXO (Véase MATRIMONIO, ADULTERIO, FORNICACIÓN)
SOBERBIA - HUMILDAD
Estos son mencionados juntos, porque son opuestos y a menudo se encuentran de esta manera en las Escrituras. "Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.” (Proverbios 11: 2) "La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra." (Proverbios 29:23). Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento. "(Proverbios 18:12). La soberbia dice: "Yo lo hice", la humildad dice: "Alabado sea el Señor". I Corintios 4: 7 dice: “Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?“ "Un hermano cristiano me dijo una vez:" Una de las cosas más importantes que podemos buscar es ser humilde." Le pregunté: "¿Ya tienes humildad?" Y él respondió: “Estoy tratando.”
La soberbia puede impedir que la gente se salve. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; Y esto no de vosotros; pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2: 8-9) “A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.” (Lucas 18: 9-14).
La soberbia es uno de los pecados que Dios juzga más rápido. “Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: !Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.”(Hechos 12: 21-23) “habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti;"(Daniel 4: 30-31, ver también Proverbios 16:18, Proverbios 18:12, ver JACTANCIA)
“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.” (Números 21:8-9) Fue hecha por Moisés cuando el pueblo de Israel estaba en el desierto, y fueron mordidos por serpientes venenosas. Y cuando cualquiera que había sido mordido miraba a la serpiente de bronce, eran sanados y vivía. Esto es dado como un tipo de salvación por Cristo quien dijo: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:14-15)
No obstante, algunos de los Israelitas en el desierto pensaban: “No hay nada que un palo con una serpiente pueda hacer por nosotros” Y aquellos que pensaron de esta manera tenían razón, ¡no hizo nada por ellos! Y aquellos que creyeron debieron de haber pensado: “No comprendo esto, pero si esta es la manera de Dios para salvarme, no voy a pelear contra Él, entonces veré y viviré.” Y ellos también estaban bien, porque en el momento que ellos vieron a la serpiente ellos fueron sanados. Así es con cada persona que ve a Cristo para salvar su alma.
Después esta serpiente de bronce fue destruida por un buen rey de nombre Ezequías, porque el odiaba la idolatría. “El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán.” (II Reyes 18:4) Strong dice para la palabra “Nehustán” que es una “cosa de bronce”, que no tiene poder por sí mismo, y que realmente es un pedazo de metal. Si el rey Ezequías no hubiera destruido la serpiente de bronce, es posible que la gente hoy en día lo segaría usando como un ídolo y adorándolo, tal como algunas religiones de hoy que se inclinan y queman incienso ante estatuas (ídolos), o adoran cualquier cosa en lugar de hacerlo con la Persona que murió por nosotros y resucitó de la tumba. (ver CRUZ)
SEXO (Véase MATRIMONIO, ADULTERIO, FORNICACIÓN)
SOBERBIA - HUMILDAD
Estos son mencionados juntos, porque son opuestos y a menudo se encuentran de esta manera en las Escrituras. "Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.” (Proverbios 11: 2) "La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra." (Proverbios 29:23). Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento. "(Proverbios 18:12). La soberbia dice: "Yo lo hice", la humildad dice: "Alabado sea el Señor". I Corintios 4: 7 dice: “Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?“ "Un hermano cristiano me dijo una vez:" Una de las cosas más importantes que podemos buscar es ser humilde." Le pregunté: "¿Ya tienes humildad?" Y él respondió: “Estoy tratando.”
La soberbia puede impedir que la gente se salve. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; Y esto no de vosotros; pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2: 8-9) “A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.” (Lucas 18: 9-14).
La soberbia es uno de los pecados que Dios juzga más rápido. “Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: !Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.”(Hechos 12: 21-23) “habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti;"(Daniel 4: 30-31, ver también Proverbios 16:18, Proverbios 18:12, ver JACTANCIA)