FELICIDAD
Se han realizado algunas encuestas en las cuales se le ha preguntado a la gente que es lo que quieren de la vida y la respuesta número uno ha sido “felicidad”. Hay algunos cristianos que creen que debemos andar por todos lados caminando con una sonrisa en nuestras caras, y algunos creen que siempre debemos estar tristes. La Biblia dice de Cristo que él era “…varón de dolores, experimentado en quebranto…” (Isaías 53:3), pero también “se regocijo” (Lucas 10:21). El mismo apóstol Pablo, quien fue movido por el Espíritu para escribir “…regocijaos en el Señor…” el mismo dijo que había servido con toda humildad, y con muchas lágrimas (Hechos 20:19, 31, II Corintios 2:4)
Con mucha frecuencia, los problemas han quitado la felicidad de la vida de los creyentes. “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) Nuestra felicidad en la vida no es porque se nos han quitado todos los problemas, sino porque los resolvemos como Jesucristo lo querría. (Ver GOZO, ver ESPERANZA, ver PREOCUPACION, ver DECEPCIÓN)
FINANZAS
Dios está preocupado por las finanzas de cada cristiano, y como cada uno está gastando su dinero y si están siendo fiel a las cosas que fueron encargadas por Dios que se hicieran “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?” (Lucas 16:10-11)
Cristo le dijo a un hombre rico que vendiera todo lo que él tenía y que se lo diera a los pobres. (Marcos 10:17-25) Este hombre le había preguntado a Cristo cómo ser salvo (versículos 17), y en el texto podemos ver que aunque era un hombre bueno, había “confiado en sus riquezas” (versículo 24) Sus riquezas le habían impedido el poder confiar en Cristo. Una persona no es mala por el hecho de ser rico. Abraham, Isaac, Jacob y Moisés, el rey David y Salomón todos fueron muy ricos. Pero Dios dio algunas instrucciones a los ricos sobre qué hacer con sus bienes, “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;” (I Timoteo 6:17-18) El dinero no es malo, pero “…raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” (I Timoteo 6:10-11) Si uno vive por el dinero, después este lo controlará y muchas de las decisiones que tome serán contrarias a la voluntad de Dios. “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;” (I Timoteo 6:9) ¡Entrégale a Dios cada deseo conocido o posible secreto de ser rico y después confía que el cuidara de ti!
Además de dar nuestros diezmos a la iglesia local (ver DIEZMO) y pagar nuestros impuestos (Jesús pago sus impuestos- Mateo 17:24), tenemos la obligación de cuidar de las necesidades de nuestra familia. “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” (I Timoteo 5:8) He escuchado algunas personas decir: “no puedes ganarle a Dios en dar” o “no puedes darle más a Dios de lo que él te va a dar” “No puedes dar todo literalmente a Dios” Esto se basaría en el gasto del dinero como Dios dice, ¡incluyendo el cuidado de tu familia! Uno no debe pensar que si da todo su dinero a la iglesia entonces Dios está obligado a cuidar de tu familia. Una gran porción del dinero que recibes de tu salario fue dado para cuidar a tu esposa e hijos. Por lo tanto, el pagar cuentas, proveer de ropa y de un hogar decente para la familia, es un mandato de Dios. Algunas de las trampas en las que cae un cristiano son: 1) Prestar a otros. No lo hagas incluso por un familiar a menos de que estés dispuesto (y seas capaz) de pagar por todo. Cuando alguien te pregunte si puede hacer esto, dile que Dios te manda en la Biblia a no hacerlo. (Ver Proverbios 17:18 y 6:1-5) 2) Meterte en un crédito. “El rico se enseñorea de los pobres,
Y el que toma prestado es siervo del que presta.” (Proverbios 22:7)
Se han realizado algunas encuestas en las cuales se le ha preguntado a la gente que es lo que quieren de la vida y la respuesta número uno ha sido “felicidad”. Hay algunos cristianos que creen que debemos andar por todos lados caminando con una sonrisa en nuestras caras, y algunos creen que siempre debemos estar tristes. La Biblia dice de Cristo que él era “…varón de dolores, experimentado en quebranto…” (Isaías 53:3), pero también “se regocijo” (Lucas 10:21). El mismo apóstol Pablo, quien fue movido por el Espíritu para escribir “…regocijaos en el Señor…” el mismo dijo que había servido con toda humildad, y con muchas lágrimas (Hechos 20:19, 31, II Corintios 2:4)
Con mucha frecuencia, los problemas han quitado la felicidad de la vida de los creyentes. “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) Nuestra felicidad en la vida no es porque se nos han quitado todos los problemas, sino porque los resolvemos como Jesucristo lo querría. (Ver GOZO, ver ESPERANZA, ver PREOCUPACION, ver DECEPCIÓN)
FINANZAS
Dios está preocupado por las finanzas de cada cristiano, y como cada uno está gastando su dinero y si están siendo fiel a las cosas que fueron encargadas por Dios que se hicieran “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?” (Lucas 16:10-11)
Cristo le dijo a un hombre rico que vendiera todo lo que él tenía y que se lo diera a los pobres. (Marcos 10:17-25) Este hombre le había preguntado a Cristo cómo ser salvo (versículos 17), y en el texto podemos ver que aunque era un hombre bueno, había “confiado en sus riquezas” (versículo 24) Sus riquezas le habían impedido el poder confiar en Cristo. Una persona no es mala por el hecho de ser rico. Abraham, Isaac, Jacob y Moisés, el rey David y Salomón todos fueron muy ricos. Pero Dios dio algunas instrucciones a los ricos sobre qué hacer con sus bienes, “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;” (I Timoteo 6:17-18) El dinero no es malo, pero “…raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” (I Timoteo 6:10-11) Si uno vive por el dinero, después este lo controlará y muchas de las decisiones que tome serán contrarias a la voluntad de Dios. “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;” (I Timoteo 6:9) ¡Entrégale a Dios cada deseo conocido o posible secreto de ser rico y después confía que el cuidara de ti!
Además de dar nuestros diezmos a la iglesia local (ver DIEZMO) y pagar nuestros impuestos (Jesús pago sus impuestos- Mateo 17:24), tenemos la obligación de cuidar de las necesidades de nuestra familia. “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” (I Timoteo 5:8) He escuchado algunas personas decir: “no puedes ganarle a Dios en dar” o “no puedes darle más a Dios de lo que él te va a dar” “No puedes dar todo literalmente a Dios” Esto se basaría en el gasto del dinero como Dios dice, ¡incluyendo el cuidado de tu familia! Uno no debe pensar que si da todo su dinero a la iglesia entonces Dios está obligado a cuidar de tu familia. Una gran porción del dinero que recibes de tu salario fue dado para cuidar a tu esposa e hijos. Por lo tanto, el pagar cuentas, proveer de ropa y de un hogar decente para la familia, es un mandato de Dios. Algunas de las trampas en las que cae un cristiano son: 1) Prestar a otros. No lo hagas incluso por un familiar a menos de que estés dispuesto (y seas capaz) de pagar por todo. Cuando alguien te pregunte si puede hacer esto, dile que Dios te manda en la Biblia a no hacerlo. (Ver Proverbios 17:18 y 6:1-5) 2) Meterte en un crédito. “El rico se enseñorea de los pobres,
Y el que toma prestado es siervo del que presta.” (Proverbios 22:7)