ORACIÓN
A la oración se le ha llamado “El más grande regalo que jamás se le haya dado al hombre”, “Pedid y se os dará”, “Hablar con Dios”. Piénsalo, ¡tenemos el privilegio de hablar con el que nos creó, a cualquier momento, sobre cualquier cosa! “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:16)
¡Lo que me asombra es que nuestras oraciones pueden hacer la diferencia (a menudo una gran diferencia) en nuestras vidas y en la de otros, hoy mañana y en los días siguientes¡ Dios ha ordenado que las oraciones de los hombres puedan cambiar el resultado de las malas situaciones y hacer que mejoren, todo para la gloria de Dios. “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.” (Santiago 5:17-18)
Algunos cristianos consideran que está mal orar por el clima, ya que dicen que proviene de Dios por lo cual debemos aceptarlo. Bueno, ¡Elías no estaba de acuerdo en eso! ¡Dios permitió su oración para que cambiara el clima, y la oración de Moisés cuando clamo para que se salvara la nación entera! (Éxodo 32:9-14) Ciertamente no clamo por el poder de Elías o Moisés, pero Elías en los pasajes anteriores, ha sido dado como un ejemplo de oración y se nos dijo que “…era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras…” Los hombres y mujeres de Dios en la Biblia no eran súper héroes, o sin pecado. Ellos tenían faltas, pero Dios obró milagrosamente por medio de sus oraciones.
¡Existen cosas que Dios no nos dará, si no las pedimos!
“…no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” (Santiago 4:2) Existen algunas cosas que pudo haber tenido en su vida, o algunas cosas que Dios jamás le dará, porque no se las has pedido a Él, así que, “…no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” ¿Por qué no le has pedido a Dios? ¿No te gustaría que tu corazón estuviera bien con Dios? ¿Se olvidó? ¿Le falta fe?
El orgullo, es lo que a algunos les impide que puedan pedirle a Dios. Y tienen una actitud diciendo “Yo no necesito ninguna ayuda”. Muchas personas andan por la vida sin la ayuda de Dios, pero ¡ese es un nivel bajo para vivir! Cuando lleguemos al cielo, la última cosa que quiero escuchar es: “Mira toda estas cosas que quería darte mientras estuviste en la tierra, pero te olvidaste de pedirlas”. Si no he recibido algo de parte de Dios, espero que no sea porque no lo has pedido. Es impresionante para mi ver cuántas personas oran diariamente a Dios, adorándole, incluso pidiéndole por su “lista” diaria de cosas, pero se olvidan de compartir con Dios lo que realmente les molesta.
Si Dios dice, no, a tu petición alábalo de todas formas. ¡Pero pídele! Hay un pasaje en las escrituras en Josué 15:18-19 donde la hija de Caleb había recibido una porción de tierra de parte de su padre, pero era una tierra árida y sin agua. Ella dijo: “Concédeme un don; puesto que me has dado tierra del Neguev, dame también fuentes de aguas…” Ella no tuvo miedo de pedir. Si tiene el pensamiento de: “Debo estar satisfecho sólo con lo que tengo y no debo molestar a nadie”, entonces ¡puede terminar con una tierra árida sin agua en ella! Ciertamente, podría ser mejor tener una tierra a no tener nada, pero ¿Por qué no tener ambos? Dese cuenta de algo, ella no sólo pidió una fuente de agua, sino “…fuentes de aguas…”, y su padre le dio aproximadamente cuatro fuentes de aguas. (Ver versículo 19). Cuando ella pidió, pudo haber dicho: “¿Puedo tener una fuente de agua?”, pero si va a pedir, entonces pida “fuentes de aguas.” Si vamos a pedir para nosotros mismos o nuestros propios intereses, entonces así, sí, estaría mal. No es mi intención, decir que debemos ser desagradecidos con lo que tenemos en nuestra vida. Pero creo que estamos aquí por nuestro Señor y para almas sean salvadas. Y si el dinero y los edificios ayudan a lograr esto, entonces ¡pida a Dios por ellos! (El párrafo de arriba fue tomado de la página web (“True Christian Short Stories”) Pequeñas Historias Verdaderas de Cristianos, por G. M. Matheny, llamado “No tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” = http://www.truechristianshortstoriesfreebygmmatheny.com/ldquoye-have-not-because-ye-ask-notrdquo.html)
Algunos creen que es pecado pedir algo para uno mismo o que sólo debemos pedir una cosa para nosotros y el resto de la oración debe ser para otros. Pero Jabes oró y pidió por cuatro cosas para él. (I Crónicas 4:9-10) La Biblia dice: “Y le otorgó Dios lo que pidió.” Y también dice: “Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos…” Entonces, ¡sí debemos orar por otros, y también por lo de nosotros mismos! Los hermanos de Jabes no recibieron las cosas que él recibió, porque ¡ellos no las pidieron! Hay algunas personas que podrían recibir mucho más en su vida, ¡pero no lo piden! Tal vez algunos han pensado: “No merezco esto” o “No quiero molestar al Señor”, u oran diciendo: “Señor, sólo quiero una cosa.” Bueno, nuestro Padre Celestial no está en banca rota y quiere darles a sus hijos, pero “! No tenéis lo que deseáis, porque no pedís!”
Dios siempre contesta las oraciones, con un sí, no, o espera. ¡Debemos determinar cuál es la voluntad de Dios y orar por ella! “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” (I Juan 5:14-15) No debemos decirle a Dios, los planes que tenemos que él debe de bendecir, sino cual de nuestros planes quiere que hagamos, y cuáles son los planes que Él tiene para nuestra vida. Incluso, Cristo oró: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Lucas 22:42) Era una norma en los tiempos del Nuevo Testamento orar de día y de noche. (I Timoteo 5:5, II Timoteo 1:3) Algunas veces la oración debe ser “eficaz”, “La oración eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5:16) Como puede ver en estos versículos, algunas oraciones “pueden mucho”, más que otras; son llamadas las oraciones de “los justos”.
Disfruto orar, pero hay ocasiones cuando es una batalla espiritual (Hechos 16:16-18). “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12) “Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.” (Colosenses 4:12) Algunas veces la oración requiere de trabajo (“rogando”). La Biblia dice que la noche que Cristo fue traicionado “Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.” (Lucas 22:44) Cristo oró toda la noche (Lucas 6:12) y esperaba que sus discípulos también oraran por una hora “…para que no entréis en tentación…” (Mateo 26:40-41). No oro una hora cada día, pero a menos de que haga alguna ferviente oración, poco se hará espiritualmente. Existen algunas oraciones cortas en la Biblia, como cuando Pedro se estaba ahogando y dijo: “…!Señor, sálvame!...”, pero si fuera necesario, ¡horaria por dos horas en lugar de preocuparme por algo, durante dos semanas! Ana la profetiza, de 84 años de edad, es la persona de mayor edad registrada en el Nuevo Testamento (Lucas 2:36-37) Ha sido sugerido que la razón por la cual Dios le permitió vivir tanto tiempo fue porque Él no pudo encontrar a nadie más que pudiera hacer lo que ella hacia “sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.”
Debe ser enseñado como orar “… Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.” (Lucas 11:1) Debemos estar dispuestos a orar de la manera que Él quiere. Es extraño escuchar cualquier enseñanza sobre “rogar encarecidamente” en la oración, en lugar de eso hoy en día escuchamos las oraciones repetitivas que son más comunes, pero por todo el bien que hagan, uno podría de igual manera almacenar la oración en una grabadora y después reproducirla cada vez que uno quiera rezar. ¿Por qué? Porque Jesús dijo: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles…” (Mateo 6:7) Esto fue lo que dijo justo antes de dar lo que Cristo llamó el Padre Nuestro, “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado…” Quiero decir, sin faltar al respeto, que ore esta oración cientos de veces en mi juventud, pero la Biblia dice: “…no uséis vanas repeticiones…” ¿Te imaginas como sería una relación con un amigo, si cada día repites exactamente las mismas palabras? “Buenos días, ¿Cómo estás? Que buen clima estamos teniendo. Espero verte mañana, adiós. Buenos días, ¿Cómo estás? Que buen clima estamos teniendo. Espero verte mañana, adiós. Buenos días, ¿Cómo estás? Que buen clima estamos teniendo. Espero verte mañana, adiós. Buenos días, ¿Cómo estás? Que buen clima estamos teniendo. Espero verte mañana, adiós. Buenos días, ¿Cómo estás? Que buen clima estamos teniendo. Espero verte...” ¡Habla con Dios! ¡Este es el privilegio más grande que jamás se le haya dado al hombre! Cuando Cristo enseño esta oración dijo: “Vosotros, pues, oraréis así…” (Mateo 6:9) “Oraréis así”, como un modelo de cómo debemos orar. Existen muchas oraciones escritas en la Biblia antes y después de que Cristo diera este modelo de oración, aunque ¡nadie en la Biblia hizo esta oración! O al menos nadie oro exactamente igual palabra por palabra, “vanas repeticiones”, pero los creyentes oraron en base a estos principios básicos: Alabando a Dios (santificado sea tu nombre), buscando la voluntad de Dios, (hágase tu voluntad), pidiendo por las necesidades (El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy), confesando los pecados (perdónanos nuestras deudas), y pidiéndole que nos libre de problemas (y líbranos del mal).
La posición del cuerpo y manos son de importancia, pero existen varias maneras que también son aceptables descritas en la Biblia, algunas son parados, huyendo, peleando, tirados en el piso y la más común es arrodillado, pero el estar postrado de corazón es más importante para Dios, que el estar inclinado con el cuerpo. La posición del cuerpo al igual que la postura de corazón demuestra humildad delante de Dios, el no hacerlo podría evitar que Cristo llegue a ser “Nuestro buen amigo”. Cuando la Biblia dice que debemos levantar las manos santas, no dice sobre nuestras cabezas. Esta es una expresión en la oración, las personas en el mundo no ponen sus manos en sus bolsillos cuando oran. Por su puesto, que no está mal levantar las manos sobre la cabeza, si siente la necesidad de hacerlo, pero si es incorrecto decir que alguien es menos espiritual que otro, si sus manos no están levantadas sobre su cabeza.
Un pecado no confesado en nuestras vidas, puede evitar que Dios escuche nuestras oraciones, “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” (Isaías 59:1-2) Si un hijo no hace lo que sus padres le dicen, ¿Se puede esperar que un padre haga lo que su hijo quiere? “El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.” (Proverbios 28:9) Y de la manera que uno trata a su esposa, determina si Dios escuchara su oración, “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” (1 Pedro 3:7, también Malaquías 2:13-14)
Cuando oramos, la Trinidad esta activa (ver TRINIDAD). Dirigimos nuestra oración al “Padre” (Lucas 11:2), en el nombre de “Jesús” (Juan 14:13-14, 15:16, 16:23-24), en “Espíritu” (Efesios 6:18). Por favor permítame mostrarle esta familiar ilustración. Cuando uno usa un teléfono, el final del otro lado del teléfono representa al “Padre”, el teléfono que uno sostiene en la mano representa al Hijo, y la electricidad que pasa por el cable del teléfono representará al Espíritu Santo. Al orar en el “Espíritu”, se está usando su propio lenguaje y a la vez confías en el Espíritu de Dios para guiarlo. El Espíritu de Dios no hará ningún ruido, “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” (Romanos 8:26) Cuando oramos, es bueno pedirle a Dios que traiga a nuestra mente cosas y personas por las cuales debemos orar.
Nuestra autoridad por la cual oramos es en el nombre de Jesucristo, así que utiliza su nombre, como lo declaran los versículos que vemos arriba. Esa es la razón por la cual le decimos a Dios: “Todo esto te lo pido en el nombre de Cristo Jesús.” No venimos a Dios pidiendo las cosas en nuestro nombre ni por nuestros méritos, ni por el nombre de algún apóstol, ni por María, ni por ningún ángel, ninguno en la Biblia oro de esta manera. “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,” (1 Timoteo 2:5, ver MEDIADOR).
No hay nada tan pequeño o tan grande que no le podamos pedir a Dios “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:7) “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros…” (Efesios 3:20) Jeremías 33:3 dice: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” Romanos 10:13 dice: “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
“…pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” (Santiago 4:2)
ORDENANZAS DE LA IGLESIA (Ver BAUTISMO, ver SANTA CENA)
Por favor ore que Dios pueda usar esta página web pueda ser de ayuda para las personas.
A la oración se le ha llamado “El más grande regalo que jamás se le haya dado al hombre”, “Pedid y se os dará”, “Hablar con Dios”. Piénsalo, ¡tenemos el privilegio de hablar con el que nos creó, a cualquier momento, sobre cualquier cosa! “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:16)
¡Lo que me asombra es que nuestras oraciones pueden hacer la diferencia (a menudo una gran diferencia) en nuestras vidas y en la de otros, hoy mañana y en los días siguientes¡ Dios ha ordenado que las oraciones de los hombres puedan cambiar el resultado de las malas situaciones y hacer que mejoren, todo para la gloria de Dios. “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.” (Santiago 5:17-18)
Algunos cristianos consideran que está mal orar por el clima, ya que dicen que proviene de Dios por lo cual debemos aceptarlo. Bueno, ¡Elías no estaba de acuerdo en eso! ¡Dios permitió su oración para que cambiara el clima, y la oración de Moisés cuando clamo para que se salvara la nación entera! (Éxodo 32:9-14) Ciertamente no clamo por el poder de Elías o Moisés, pero Elías en los pasajes anteriores, ha sido dado como un ejemplo de oración y se nos dijo que “…era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras…” Los hombres y mujeres de Dios en la Biblia no eran súper héroes, o sin pecado. Ellos tenían faltas, pero Dios obró milagrosamente por medio de sus oraciones.
¡Existen cosas que Dios no nos dará, si no las pedimos!
“…no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” (Santiago 4:2) Existen algunas cosas que pudo haber tenido en su vida, o algunas cosas que Dios jamás le dará, porque no se las has pedido a Él, así que, “…no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” ¿Por qué no le has pedido a Dios? ¿No te gustaría que tu corazón estuviera bien con Dios? ¿Se olvidó? ¿Le falta fe?
El orgullo, es lo que a algunos les impide que puedan pedirle a Dios. Y tienen una actitud diciendo “Yo no necesito ninguna ayuda”. Muchas personas andan por la vida sin la ayuda de Dios, pero ¡ese es un nivel bajo para vivir! Cuando lleguemos al cielo, la última cosa que quiero escuchar es: “Mira toda estas cosas que quería darte mientras estuviste en la tierra, pero te olvidaste de pedirlas”. Si no he recibido algo de parte de Dios, espero que no sea porque no lo has pedido. Es impresionante para mi ver cuántas personas oran diariamente a Dios, adorándole, incluso pidiéndole por su “lista” diaria de cosas, pero se olvidan de compartir con Dios lo que realmente les molesta.
Si Dios dice, no, a tu petición alábalo de todas formas. ¡Pero pídele! Hay un pasaje en las escrituras en Josué 15:18-19 donde la hija de Caleb había recibido una porción de tierra de parte de su padre, pero era una tierra árida y sin agua. Ella dijo: “Concédeme un don; puesto que me has dado tierra del Neguev, dame también fuentes de aguas…” Ella no tuvo miedo de pedir. Si tiene el pensamiento de: “Debo estar satisfecho sólo con lo que tengo y no debo molestar a nadie”, entonces ¡puede terminar con una tierra árida sin agua en ella! Ciertamente, podría ser mejor tener una tierra a no tener nada, pero ¿Por qué no tener ambos? Dese cuenta de algo, ella no sólo pidió una fuente de agua, sino “…fuentes de aguas…”, y su padre le dio aproximadamente cuatro fuentes de aguas. (Ver versículo 19). Cuando ella pidió, pudo haber dicho: “¿Puedo tener una fuente de agua?”, pero si va a pedir, entonces pida “fuentes de aguas.” Si vamos a pedir para nosotros mismos o nuestros propios intereses, entonces así, sí, estaría mal. No es mi intención, decir que debemos ser desagradecidos con lo que tenemos en nuestra vida. Pero creo que estamos aquí por nuestro Señor y para almas sean salvadas. Y si el dinero y los edificios ayudan a lograr esto, entonces ¡pida a Dios por ellos! (El párrafo de arriba fue tomado de la página web (“True Christian Short Stories”) Pequeñas Historias Verdaderas de Cristianos, por G. M. Matheny, llamado “No tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” = http://www.truechristianshortstoriesfreebygmmatheny.com/ldquoye-have-not-because-ye-ask-notrdquo.html)
Algunos creen que es pecado pedir algo para uno mismo o que sólo debemos pedir una cosa para nosotros y el resto de la oración debe ser para otros. Pero Jabes oró y pidió por cuatro cosas para él. (I Crónicas 4:9-10) La Biblia dice: “Y le otorgó Dios lo que pidió.” Y también dice: “Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos…” Entonces, ¡sí debemos orar por otros, y también por lo de nosotros mismos! Los hermanos de Jabes no recibieron las cosas que él recibió, porque ¡ellos no las pidieron! Hay algunas personas que podrían recibir mucho más en su vida, ¡pero no lo piden! Tal vez algunos han pensado: “No merezco esto” o “No quiero molestar al Señor”, u oran diciendo: “Señor, sólo quiero una cosa.” Bueno, nuestro Padre Celestial no está en banca rota y quiere darles a sus hijos, pero “! No tenéis lo que deseáis, porque no pedís!”
Dios siempre contesta las oraciones, con un sí, no, o espera. ¡Debemos determinar cuál es la voluntad de Dios y orar por ella! “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” (I Juan 5:14-15) No debemos decirle a Dios, los planes que tenemos que él debe de bendecir, sino cual de nuestros planes quiere que hagamos, y cuáles son los planes que Él tiene para nuestra vida. Incluso, Cristo oró: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Lucas 22:42) Era una norma en los tiempos del Nuevo Testamento orar de día y de noche. (I Timoteo 5:5, II Timoteo 1:3) Algunas veces la oración debe ser “eficaz”, “La oración eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5:16) Como puede ver en estos versículos, algunas oraciones “pueden mucho”, más que otras; son llamadas las oraciones de “los justos”.
Disfruto orar, pero hay ocasiones cuando es una batalla espiritual (Hechos 16:16-18). “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12) “Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.” (Colosenses 4:12) Algunas veces la oración requiere de trabajo (“rogando”). La Biblia dice que la noche que Cristo fue traicionado “Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.” (Lucas 22:44) Cristo oró toda la noche (Lucas 6:12) y esperaba que sus discípulos también oraran por una hora “…para que no entréis en tentación…” (Mateo 26:40-41). No oro una hora cada día, pero a menos de que haga alguna ferviente oración, poco se hará espiritualmente. Existen algunas oraciones cortas en la Biblia, como cuando Pedro se estaba ahogando y dijo: “…!Señor, sálvame!...”, pero si fuera necesario, ¡horaria por dos horas en lugar de preocuparme por algo, durante dos semanas! Ana la profetiza, de 84 años de edad, es la persona de mayor edad registrada en el Nuevo Testamento (Lucas 2:36-37) Ha sido sugerido que la razón por la cual Dios le permitió vivir tanto tiempo fue porque Él no pudo encontrar a nadie más que pudiera hacer lo que ella hacia “sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.”
Debe ser enseñado como orar “… Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.” (Lucas 11:1) Debemos estar dispuestos a orar de la manera que Él quiere. Es extraño escuchar cualquier enseñanza sobre “rogar encarecidamente” en la oración, en lugar de eso hoy en día escuchamos las oraciones repetitivas que son más comunes, pero por todo el bien que hagan, uno podría de igual manera almacenar la oración en una grabadora y después reproducirla cada vez que uno quiera rezar. ¿Por qué? Porque Jesús dijo: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles…” (Mateo 6:7) Esto fue lo que dijo justo antes de dar lo que Cristo llamó el Padre Nuestro, “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado…” Quiero decir, sin faltar al respeto, que ore esta oración cientos de veces en mi juventud, pero la Biblia dice: “…no uséis vanas repeticiones…” ¿Te imaginas como sería una relación con un amigo, si cada día repites exactamente las mismas palabras? “Buenos días, ¿Cómo estás? Que buen clima estamos teniendo. Espero verte mañana, adiós. Buenos días, ¿Cómo estás? Que buen clima estamos teniendo. Espero verte mañana, adiós. Buenos días, ¿Cómo estás? Que buen clima estamos teniendo. Espero verte mañana, adiós. Buenos días, ¿Cómo estás? Que buen clima estamos teniendo. Espero verte mañana, adiós. Buenos días, ¿Cómo estás? Que buen clima estamos teniendo. Espero verte...” ¡Habla con Dios! ¡Este es el privilegio más grande que jamás se le haya dado al hombre! Cuando Cristo enseño esta oración dijo: “Vosotros, pues, oraréis así…” (Mateo 6:9) “Oraréis así”, como un modelo de cómo debemos orar. Existen muchas oraciones escritas en la Biblia antes y después de que Cristo diera este modelo de oración, aunque ¡nadie en la Biblia hizo esta oración! O al menos nadie oro exactamente igual palabra por palabra, “vanas repeticiones”, pero los creyentes oraron en base a estos principios básicos: Alabando a Dios (santificado sea tu nombre), buscando la voluntad de Dios, (hágase tu voluntad), pidiendo por las necesidades (El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy), confesando los pecados (perdónanos nuestras deudas), y pidiéndole que nos libre de problemas (y líbranos del mal).
La posición del cuerpo y manos son de importancia, pero existen varias maneras que también son aceptables descritas en la Biblia, algunas son parados, huyendo, peleando, tirados en el piso y la más común es arrodillado, pero el estar postrado de corazón es más importante para Dios, que el estar inclinado con el cuerpo. La posición del cuerpo al igual que la postura de corazón demuestra humildad delante de Dios, el no hacerlo podría evitar que Cristo llegue a ser “Nuestro buen amigo”. Cuando la Biblia dice que debemos levantar las manos santas, no dice sobre nuestras cabezas. Esta es una expresión en la oración, las personas en el mundo no ponen sus manos en sus bolsillos cuando oran. Por su puesto, que no está mal levantar las manos sobre la cabeza, si siente la necesidad de hacerlo, pero si es incorrecto decir que alguien es menos espiritual que otro, si sus manos no están levantadas sobre su cabeza.
Un pecado no confesado en nuestras vidas, puede evitar que Dios escuche nuestras oraciones, “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” (Isaías 59:1-2) Si un hijo no hace lo que sus padres le dicen, ¿Se puede esperar que un padre haga lo que su hijo quiere? “El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.” (Proverbios 28:9) Y de la manera que uno trata a su esposa, determina si Dios escuchara su oración, “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” (1 Pedro 3:7, también Malaquías 2:13-14)
Cuando oramos, la Trinidad esta activa (ver TRINIDAD). Dirigimos nuestra oración al “Padre” (Lucas 11:2), en el nombre de “Jesús” (Juan 14:13-14, 15:16, 16:23-24), en “Espíritu” (Efesios 6:18). Por favor permítame mostrarle esta familiar ilustración. Cuando uno usa un teléfono, el final del otro lado del teléfono representa al “Padre”, el teléfono que uno sostiene en la mano representa al Hijo, y la electricidad que pasa por el cable del teléfono representará al Espíritu Santo. Al orar en el “Espíritu”, se está usando su propio lenguaje y a la vez confías en el Espíritu de Dios para guiarlo. El Espíritu de Dios no hará ningún ruido, “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” (Romanos 8:26) Cuando oramos, es bueno pedirle a Dios que traiga a nuestra mente cosas y personas por las cuales debemos orar.
Nuestra autoridad por la cual oramos es en el nombre de Jesucristo, así que utiliza su nombre, como lo declaran los versículos que vemos arriba. Esa es la razón por la cual le decimos a Dios: “Todo esto te lo pido en el nombre de Cristo Jesús.” No venimos a Dios pidiendo las cosas en nuestro nombre ni por nuestros méritos, ni por el nombre de algún apóstol, ni por María, ni por ningún ángel, ninguno en la Biblia oro de esta manera. “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,” (1 Timoteo 2:5, ver MEDIADOR).
No hay nada tan pequeño o tan grande que no le podamos pedir a Dios “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:7) “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros…” (Efesios 3:20) Jeremías 33:3 dice: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” Romanos 10:13 dice: “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
“…pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” (Santiago 4:2)
ORDENANZAS DE LA IGLESIA (Ver BAUTISMO, ver SANTA CENA)
Por favor ore que Dios pueda usar esta página web pueda ser de ayuda para las personas.