VIDA ETERNA
Strong dice que la palabra eterno = “Sin fin, que nunca cesa, que dura para siempre”. Este es el “don (regalo) de Dios” (Romanos 6:23, Efesios 2:8). Éste es el regalo de Dios, no de un hombre, un sacerdote, un pastor, un misionero, o una iglesia. Y debido a que es el regalo de Dios, ¡Tienes que venir a Él para poderlo recibir! No puedes pagar por el, es un regalo, también llamado un “regalo gratuito” un “don” (Romanos 5:15, 16, 18). No se puede ganar, y sólo por la fe en Cristo puedes recibirlo. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9) Por que la salvación (la vida eterna) es un regalo gratuito, cualquiera puede tenerlo, éste es el camino que sólo Dios quien lo da puede ser alabado por ello. Si lo pudiéramos ganar, presumiríamos que tan buenos somos o de que lo merecemos, y esto pecaríamos de orgullo, “…no por obras, para que nadie se gloríe.”
El cuerpo de un cristiano va a morir y resucitará en el día de la resurrección, pero su alma y su espíritu están a salvo desde el momento en que confía en Cristo y “no perecerá” (Juan 10:28). No estamos a prueba, para ver si recibimos la vida eterna después de que muramos, pero los salvos “no se pierdan más tengan vida eterna” (Juan 3:16, y muchos otros versículos) esto se recibe en el momento que decidimos confiar en Cristo. “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24) ¡Los salvos ya tienen vida eterna! No es que van a tener vida eterna “tiene”, y no es que pasará sino que “pasado de muerte a vida”. Muchos versículos como éste dicen que los hombres y mujeres que han confiado en Cristo ya han se han “salvado” (en pasado). “Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.” (Lucas 7:50) “Porque por gracia soy salvos…” (Efesios 2:8, ver también Juan 3:16, I Corintios 1:18, II Timoteo 1:9, Tito 3:5, y otros versículos.)
En Mateo 24:13 Cristo dijo: “Mas el que persevera hasta el fin, éste será salvo.” Esto se escribió para los que habían de ser salvos durante el periodo de la Gran Tribulación. La palabra “fin” en este versículo no se refiere al fin de la vida, sino al “…fin del siglo” (Ver Mateo 24:3, y también el versículo 6 y 14) Esta misma expresión es usada dos veces más en el Evangelio, y también se refiere al fin de este época, no del fin de la vida cada persona. (Mateo 10:22-23, Marcos 13:4-20)
Si esto se refiriera al fin de la vida de cada uno, entonces se podría decir que debemos ser buenos hasta que muramos, pero esto se refiere a los que creerán y recibirán la salvación al final de la Gran Tribulación, cuando ellos vean el regreso de Jesús al final de esta época. “ Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.” (Zacarías 12:9-10) “Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.”(Zacarías 136:6) “…que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo…” (Romanos 11:25-26)
Cristo quiere que los suyos “sepan” que tienen salvación. “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.” (I Juan 5:11-13) ¡Es muy tarde esperar hasta la muerte para saber si uno tiene la vida o no! “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (II Corintios 13:5, ver también II Pedro 1:10, ver SALVACION)
¿Se puede perder la salvación? Escuche a un hombre sabio decir, “Eso depende en como fuiste salvo. Si una persona fue salva por ser buena, entonces cuando peca, se vuelve indigna y la pierde su salvación. Pero si una persona es salva por gracia (un regalo no merecido) entonces ya es indigno incluso antes de pecar de nuevo. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros pues es don de Dios;” (Efesios 2:8) Afortunadamente no guardamos nuestra salvación, ya que ninguno de nosotros ni siquiera podemos evitar romper el límite de velocidad. “que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación…” (I Pedro 1:5) ¿Qué pecado habríamos de cometer para poder perder la salvación –adulterio o asesinato? El rey David cometió ambos (II Samuel 11:1-17) y no perdió su salvación. Y no debemos creer lo que algunos dicen, que una persona puede ser salva, luego salir y pecar sin que nada le pase. Creemos que Dios disciplina aquellos que pecan, “Porque el Señor al que ama, disciplina…” (Hebreos 12:6-10) ¡El peor día de la vida del Rey David fue cuando cayó en pecado, porque hubo muchas consecuencias! (II Samuel 12:1-15) La salvación es eterna tal como se ve implícito en el nombre de “vida eterna”. Cristo dijo: “ y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.” (Juan 10:28-30)
¡La enseñanza de que uno obtiene la vida eterna una vez que es salvo, no es una razón para que una persona vaya y peque, pero si para que ayude a otros a ser salvos! Y mientras más se vea la salvación como algo que se puede perder, ellos seguirán pensando que depende de ellos el ser salvo, por lo tanto deben de seguir trabajando para eso. En efecto, ellos dicen que Dios hizo su parte “yo hago” la mía. En la actualidad ellos creen que Dios los salva por un segundo, entonces por el resto de sus vidas (30,40, 50 o más años) deben de ser buenos para mantenerla. Y aun así se jactan, se enorgullecen, pecan, y siguen poniendo su fe en ellos mismos para su salvación, pero la salvación es “ y no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9)
A veces la gente se pregunta qué pasó con aquellos que dejaron de vivir para el Señor, la Biblia dice: “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” (I Juan 2:19, ver también Hebreos 12:8) Judas Iscariote no perdió su salvación, ¡ya que nunca la tuvo! (Juan 6: 64-71) Pero a los que fueron salvos, Cristo les dijo: “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 10:28) Y en el día del juicio, Cristo declarará a los perdidos: “Nunca os conocí; apartaos de mí...” Aquellos que han sido salvos “nunca perecerán” y aquellos que ira al infierno “nunca” más podrán ser salvos.
“De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.” (Gálatas 5:4) La palabra “caído” en este versículo tiene diferentes posibles significados en el griego original y la misma palabra se traduce, “fallado” en Romanos 9:6, y “dejar de ser” en I Corintios 13:8. En cualquier caso, queda claro en cada versículo que no se cometió ningún pecado, pero que cada persona está tratando de ser justificada por guardar la ley, y por esa razón fallo en obtener la gracia de Dios, porque no es dada por medio de la “ley” si no por la fe. Existen otros versículos que han hecho tropezar a la gente, pero el principal se encuentra en Hebreos 6:4-6 “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento…” Este pasaje fue escrito para aquellos que quieren seguir con las enseñanzas básicas de la salvación. Y es por eso que en el versículo 1 de este pasaje, el apóstol Pablo dice: “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo…” Estos fueron buenos principios, pero se necesita seguir haciéndolos ahora que ya eran salvos, lo que él quería era que crecieran, “… vamos adelante a la perfección…” y les dijo: “no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas,… bautismos…imposición de manos…resurrección de los muertos…juicio eterno” ¿A caso no son estas buenas enseñanzas? Sí lo son, por eso Pablo dijo si Dios lo permite (en versículo 3) ellos las volverían hacer, pero ¿Por qué seguir explicando cómo ser salvos cuando ya se es salvos? Por eso es que Pablo dijo: “si” pudiéramos perder la salvación sería “imposible” volverla a tener, por eso no era necesario decirles cómo podían ser salvos otra vez. Fue una situación hipotética, para poder llegar al punto de que si se pudiera perder la salvación, no la podrían recuperar, así que ¿Qué caso tendría seguir diciéndoles cómo ser salvos? Necesita quedar claro que los que dicen que se puede perder la salvación, también enseñan que la pueden recuperar, pero el versículo dice que es ¡“imposible” hacer esto! Y no existe ningún ejemplo en la Biblia en el cual alguien haya sido salvo dos veces o que haya perdido su salvación.
Nunca podrán estar seguros de que siguen siendo salvos, ya que están preocupados por el último pecado que cometieron y que tal vez Dios ya se cansó de perdonarlos. Y aquellos que tienen vida eterna, y que no necesitan hacer buenas obras para mantenerla la salvación, pero aun así lo hacen porque son salvos y tienen un corazón agradecido por aquel que los salvo. Y cuando son tentados a pecar, recuerdan que ¡Dios corrige a sus hijos! Hubo muchas veces que yo no le hice caso a mi papa, aun así el nunca abrió la puerta y me lanzo a la calle, diciendo “Ya no eres mi hijo” En verdad, ¿podemos creer que nuestro Padre celestial nos ama menos que lo que nuestros padres terrenales? “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.” (Juan 6:37-39, ver también II Timoteo 1:12, Salmo 37:28, Romanos 6:23, 8:29-30 y 11:29, Hebreos 10:4 y 13:5, Juan 10:29, Efesios 1:13-14, Romanos 8:35-39, Juan 15:16.)
¡Por favor lea las otras doctrinas escritas en esta página web ore para que sean usadas por Dios y de ayuda para otros Cristianos!
Strong dice que la palabra eterno = “Sin fin, que nunca cesa, que dura para siempre”. Este es el “don (regalo) de Dios” (Romanos 6:23, Efesios 2:8). Éste es el regalo de Dios, no de un hombre, un sacerdote, un pastor, un misionero, o una iglesia. Y debido a que es el regalo de Dios, ¡Tienes que venir a Él para poderlo recibir! No puedes pagar por el, es un regalo, también llamado un “regalo gratuito” un “don” (Romanos 5:15, 16, 18). No se puede ganar, y sólo por la fe en Cristo puedes recibirlo. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9) Por que la salvación (la vida eterna) es un regalo gratuito, cualquiera puede tenerlo, éste es el camino que sólo Dios quien lo da puede ser alabado por ello. Si lo pudiéramos ganar, presumiríamos que tan buenos somos o de que lo merecemos, y esto pecaríamos de orgullo, “…no por obras, para que nadie se gloríe.”
El cuerpo de un cristiano va a morir y resucitará en el día de la resurrección, pero su alma y su espíritu están a salvo desde el momento en que confía en Cristo y “no perecerá” (Juan 10:28). No estamos a prueba, para ver si recibimos la vida eterna después de que muramos, pero los salvos “no se pierdan más tengan vida eterna” (Juan 3:16, y muchos otros versículos) esto se recibe en el momento que decidimos confiar en Cristo. “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24) ¡Los salvos ya tienen vida eterna! No es que van a tener vida eterna “tiene”, y no es que pasará sino que “pasado de muerte a vida”. Muchos versículos como éste dicen que los hombres y mujeres que han confiado en Cristo ya han se han “salvado” (en pasado). “Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.” (Lucas 7:50) “Porque por gracia soy salvos…” (Efesios 2:8, ver también Juan 3:16, I Corintios 1:18, II Timoteo 1:9, Tito 3:5, y otros versículos.)
En Mateo 24:13 Cristo dijo: “Mas el que persevera hasta el fin, éste será salvo.” Esto se escribió para los que habían de ser salvos durante el periodo de la Gran Tribulación. La palabra “fin” en este versículo no se refiere al fin de la vida, sino al “…fin del siglo” (Ver Mateo 24:3, y también el versículo 6 y 14) Esta misma expresión es usada dos veces más en el Evangelio, y también se refiere al fin de este época, no del fin de la vida cada persona. (Mateo 10:22-23, Marcos 13:4-20)
Si esto se refiriera al fin de la vida de cada uno, entonces se podría decir que debemos ser buenos hasta que muramos, pero esto se refiere a los que creerán y recibirán la salvación al final de la Gran Tribulación, cuando ellos vean el regreso de Jesús al final de esta época. “ Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.” (Zacarías 12:9-10) “Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.”(Zacarías 136:6) “…que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo…” (Romanos 11:25-26)
Cristo quiere que los suyos “sepan” que tienen salvación. “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.” (I Juan 5:11-13) ¡Es muy tarde esperar hasta la muerte para saber si uno tiene la vida o no! “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (II Corintios 13:5, ver también II Pedro 1:10, ver SALVACION)
¿Se puede perder la salvación? Escuche a un hombre sabio decir, “Eso depende en como fuiste salvo. Si una persona fue salva por ser buena, entonces cuando peca, se vuelve indigna y la pierde su salvación. Pero si una persona es salva por gracia (un regalo no merecido) entonces ya es indigno incluso antes de pecar de nuevo. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros pues es don de Dios;” (Efesios 2:8) Afortunadamente no guardamos nuestra salvación, ya que ninguno de nosotros ni siquiera podemos evitar romper el límite de velocidad. “que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación…” (I Pedro 1:5) ¿Qué pecado habríamos de cometer para poder perder la salvación –adulterio o asesinato? El rey David cometió ambos (II Samuel 11:1-17) y no perdió su salvación. Y no debemos creer lo que algunos dicen, que una persona puede ser salva, luego salir y pecar sin que nada le pase. Creemos que Dios disciplina aquellos que pecan, “Porque el Señor al que ama, disciplina…” (Hebreos 12:6-10) ¡El peor día de la vida del Rey David fue cuando cayó en pecado, porque hubo muchas consecuencias! (II Samuel 12:1-15) La salvación es eterna tal como se ve implícito en el nombre de “vida eterna”. Cristo dijo: “ y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.” (Juan 10:28-30)
¡La enseñanza de que uno obtiene la vida eterna una vez que es salvo, no es una razón para que una persona vaya y peque, pero si para que ayude a otros a ser salvos! Y mientras más se vea la salvación como algo que se puede perder, ellos seguirán pensando que depende de ellos el ser salvo, por lo tanto deben de seguir trabajando para eso. En efecto, ellos dicen que Dios hizo su parte “yo hago” la mía. En la actualidad ellos creen que Dios los salva por un segundo, entonces por el resto de sus vidas (30,40, 50 o más años) deben de ser buenos para mantenerla. Y aun así se jactan, se enorgullecen, pecan, y siguen poniendo su fe en ellos mismos para su salvación, pero la salvación es “ y no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9)
A veces la gente se pregunta qué pasó con aquellos que dejaron de vivir para el Señor, la Biblia dice: “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” (I Juan 2:19, ver también Hebreos 12:8) Judas Iscariote no perdió su salvación, ¡ya que nunca la tuvo! (Juan 6: 64-71) Pero a los que fueron salvos, Cristo les dijo: “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 10:28) Y en el día del juicio, Cristo declarará a los perdidos: “Nunca os conocí; apartaos de mí...” Aquellos que han sido salvos “nunca perecerán” y aquellos que ira al infierno “nunca” más podrán ser salvos.
“De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.” (Gálatas 5:4) La palabra “caído” en este versículo tiene diferentes posibles significados en el griego original y la misma palabra se traduce, “fallado” en Romanos 9:6, y “dejar de ser” en I Corintios 13:8. En cualquier caso, queda claro en cada versículo que no se cometió ningún pecado, pero que cada persona está tratando de ser justificada por guardar la ley, y por esa razón fallo en obtener la gracia de Dios, porque no es dada por medio de la “ley” si no por la fe. Existen otros versículos que han hecho tropezar a la gente, pero el principal se encuentra en Hebreos 6:4-6 “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento…” Este pasaje fue escrito para aquellos que quieren seguir con las enseñanzas básicas de la salvación. Y es por eso que en el versículo 1 de este pasaje, el apóstol Pablo dice: “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo…” Estos fueron buenos principios, pero se necesita seguir haciéndolos ahora que ya eran salvos, lo que él quería era que crecieran, “… vamos adelante a la perfección…” y les dijo: “no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas,… bautismos…imposición de manos…resurrección de los muertos…juicio eterno” ¿A caso no son estas buenas enseñanzas? Sí lo son, por eso Pablo dijo si Dios lo permite (en versículo 3) ellos las volverían hacer, pero ¿Por qué seguir explicando cómo ser salvos cuando ya se es salvos? Por eso es que Pablo dijo: “si” pudiéramos perder la salvación sería “imposible” volverla a tener, por eso no era necesario decirles cómo podían ser salvos otra vez. Fue una situación hipotética, para poder llegar al punto de que si se pudiera perder la salvación, no la podrían recuperar, así que ¿Qué caso tendría seguir diciéndoles cómo ser salvos? Necesita quedar claro que los que dicen que se puede perder la salvación, también enseñan que la pueden recuperar, pero el versículo dice que es ¡“imposible” hacer esto! Y no existe ningún ejemplo en la Biblia en el cual alguien haya sido salvo dos veces o que haya perdido su salvación.
Nunca podrán estar seguros de que siguen siendo salvos, ya que están preocupados por el último pecado que cometieron y que tal vez Dios ya se cansó de perdonarlos. Y aquellos que tienen vida eterna, y que no necesitan hacer buenas obras para mantenerla la salvación, pero aun así lo hacen porque son salvos y tienen un corazón agradecido por aquel que los salvo. Y cuando son tentados a pecar, recuerdan que ¡Dios corrige a sus hijos! Hubo muchas veces que yo no le hice caso a mi papa, aun así el nunca abrió la puerta y me lanzo a la calle, diciendo “Ya no eres mi hijo” En verdad, ¿podemos creer que nuestro Padre celestial nos ama menos que lo que nuestros padres terrenales? “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.” (Juan 6:37-39, ver también II Timoteo 1:12, Salmo 37:28, Romanos 6:23, 8:29-30 y 11:29, Hebreos 10:4 y 13:5, Juan 10:29, Efesios 1:13-14, Romanos 8:35-39, Juan 15:16.)
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